Es un tratamiento estético que va más allá de lo que puedes hacer en casa. Consiste en una serie de pasos diseñados para eliminar profundamente impurezas, puntos negros, exceso de grasa y células muertas. También ayuda a oxigenar la piel y a mejorar la absorción de productos cosméticos.
¿Cada cuánto es recomendable?
- La frecuencia ideal varía según el tipo de piel y tus hábitos, pero aquí tienes una guía general:
- Piel grasa o con tendencia acneica: cada 3-4 semanas
- Piel mixta o normal: cada 4-6 semanas
- Piel seca o sensible: cada 6-8 semanas
- Piel con exposición frecuente a contaminación o maquillaje: cada 4 semanas
- Si es tu primera vez, una sesión mensual durante 2-3 meses puede ayudarte a equilibrar tu piel antes de pasar a una rutina más espaciada.
¿Qué beneficios notaré?
Piel más limpia y luminosa
Poros más cerrados y afinados
Menos granitos y puntos negros
Sensación de frescura inmediata
Mejor absorción de cremas y sérums
Recuerda que la constancia es clave. Una piel cuidada es el reflejo de buenos hábitos diarios, pero una limpieza facial profesional de forma periódica puede marcar la diferencia. Si tienes dudas, en nuestro centro te asesoramos de forma personalizada según tu tipo de piel.